No recuerdo cuando nos conocimos exactamente Mariano Vega y yo. Nos entrevisto varias veces en los estudios de Radio Nacional de España, por asunto de la expedición canaria Sudamérica 83 a principios de los ochenta.
Lo que sí recuerdo con exactitud es la primera vez que colaboramos profesionalmente, fue en 1987 cuando puso su voz a un documental sobre el Parque Nacional Caldera de Taburiente. A partir de ahí siguieron los trabajos y colaboraciones hasta hace muy poco. La última vez que nos vimos, fue en La Laguna frente al Leal, nos saludamos y nos preguntamos por las familias y la vida y nos recordamos que teníamos que subir al monte Guajara en Las Cañadas. Tenía interés por subir esta montaña ya que en una de sus novelas relataba que desde su cima se veían las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro y, a pesar de que le había asegurado esto él quería comprobarlo por sí mismo. La noche antes de su muerte caminaba con un grupo de amigos por la pista de Las siete Cañadas y cuando divisé el Guajara me acorde de Mariano y de mi promesa de ascenderlo con él. Se lo comente a los compañeros de la caminata nocturna.
Ojeaba un periódico local, mientras tomaba café en un bar de La Laguna, cuando leí la noticia de su fallecimiento.
Mariano Vega, básicamente, era un buen hombre con una voz maravillosa.
Hasta pronto, amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario