Lobo era un ente vomitivo que daba asco solo de mirarlo y que con su mera su presencia se impregnaba el lugar de un olor a mierda que lo contaminaba todo. Y, si era así en vida, cómo olerían sus repugnantes restos. Nadie podría aguantarlo. Por eso habría que enterrarlo muy hondo y con mucha cal viva encima de sus mal olientes y podridos restos para no hacer vomitar a la gente de bien.
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