De
pequeñaja.
De
tu nombre
susurrado al oído
en la noche
bajo el Alisio.
De
beber de tus mejilla
a la vida.
Sin perdón.
Así partiría
tras
traspasar
la última puerta .
Arropando
con palabras.
Arropando
con la piel.
Oiremos.
El retumbar de nuestros corazones.
Al calor de la vida.
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