Lobo había acabado su primera semana en el Atlas. Quedaba por delante otra semana más .
Todo había transcurrido bien , salvo una caída de rodillas que le produjo dos grandes heridas que estaban cicatrizando muy bien . La ruta, y por primera vez el los doce años que iba yendo, fue extremadamente ventosa . Ahora estaba en un hotel de Marrakech y se pudo conectar por wifi . No había dejado de pensarla ni un sólo día .
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