Se había enterado de casualidad que su padre estaba ingresado y de que hoy le darían el alta. Quiso mandarle recuerdos para su padre a través de ella pero al final no lo hizo. Y es que el padre estaba muy dolido con él por unas actuaciones despreciables que le hizo a su hija. Y por eso, con toda la razón del mundo, lo despreciaba, a ese ser mediocre y miserable que es lobo. Y si tenía claro una cosa, aún en su condición de despreciable y miserable ser, era la de no molestar ni importunar a nadie y menos a esas personas.
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