Todos los días, lobo le mandaba los buenos días y las buenas noches a lagartija. Él sabia que no le gustaba recibir esos mensajes. Ella se lo dijo en varias ocasiones. Y también sabia que no los recibiría. Le había bloqueado y nunca le llegarían. Pero esa era la forma que tenia lobo de decirse así mismo, que estaba ahí, donde el corazón del alisio.
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