Todas las historias tienen un final.
Pero comienzan con un principio. El cielo, que nos cuida, pone en
nuestro camino a personas que nos introducen en sendas maravillosas
de existencia. Tú fuiste y eres una de ellas, lagartija. Y contigo quiero
seguir y seguir caminando, mi estimada. El final, parcial, será mi
muerte. Tú seguirás tu andadura. Con lo que el cielo te depare.
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